Los lilas no ganan en casa, sólo empatan y pierden la punta. Ahora están segundos
El valioso triunfo que logró ante Blooming en Santa Cruz a mitad de semana, ayer Real Potosí lo despilfarró al empatar en casa con San José a un gol y con ello ceder la punta del torneo Fundadores de la Liga.
Si bien los realistas hicieron el esfuerzo y el gasto con un amplio dominio de las incidencias, eso de poco les sirvió, porque finalmente cedieron dos puntos que los ubican ahora segundos en la tabla de posiciones.
Los lilas mostraron ayer los altibajos bajo los que se desempeñan gran parte de los equipos ligueros, pero más llamó la atención, en el caso del plantel realista, que viene de una excelente campaña desde que Marcos Ferrufino asumió la conducción del plantel de la Villa Imperial.
En tanto, los santos lograron un resultado que les permite sumar 28 unidades y los deja aún a la expectativa en el lote de los seis equipos que están pegados y con deseo de ascender.
Maximiliano Andrada fue el autor del empate, con ello, el volante le amargó el destino a los realistas por segunda vez, porque hace dos años ya lo hizo cuando jugaba en Nacional Potosí.
Real Potosí tomó la iniciativa y comenzó a presionar a su rival en la primera etapa, ante una muralla defensiva santa que apostó a sostener los constantes ataques de los locales.
Producto de ese accionar, Gerardo Yecerotte anotó el único gol lila, luego de una buena acción de conjunto con Víctor Hugo Angola; sin embargo, de ahí en adelante, Miguel Loaiza y el propio Pastor Torres desperdiciaron opciones claras.
Dio la impresión de que los realistas podían definir el encuentro en cualquier momento, porque la presión que ejercieron se hacía insostenible, sin embargo, su ineficacia en momentos decisivos los perjudicó bastante.
Ya al final de la primera etapa, los medios locales comentaron que el equipo lila podía arrepentirse por no concretar, situación que luego se corroboraría.
En el segundo tiempo, la misma tónica se mantuvo por parte de ambos rivales, incluida la falta de serenidad de Real, por ello Ferrufino ordenó los ingresos de Maximiliano Álvarez y el brasileño Gomes, pero el panorama no cambió y los desaciertos siguieron, sin la necesidad de que el portero Carlos Lampe tuviera que ser muy exigido.
Incluso, para ventaja de los locales, el árbitro Óscar Maldonado, a quien reprocharon su desempeño, echó por juego brusco al volante Marcos Paz, a los 10 minutos del complemento, dejando con 10 al cuadro orureño.
El adagio futbolero ‘quien no marca, recibe’ se cumplió a los 29’, cuando el mediocampista Maximiliano Andrada marcó el empate, en una excelente jugada personal en la que amagó a tres rivales y con remate colocado superó a Henry Lapczyk.
El empate fue un golpe psicológico para Real, que aumentó su nerviosismo y con ello se mostró más impreciso y generó menos acciones ofensivas; además, sintió el rigor del partido y muchos jugadores bajaron la intensidad de su juego.
Los santos cuidaron el resultado, ensuciaron el juego y comenzaron a perder o ganar tiempo. Al final, los lilas se quedaron con 10, tras la expulsión de Miguel Loaiza.
via: la-razon
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